Monday, June 13, 2022

CÓMO LLEGUÉ A LA CONCLUSIÓN DE QUE LA CIVILIZACIÓN ES INSOSTENIBLE (II)

 

Image credit: Jean Wimmerlin via Unsplash

 

Esta es la traducción de un artículo de alguien que prefiere permanecer en el anonimato y que escribe bajo el pseudónimo de 'B'. Mi agradecimiento a Carlos Lorenz Benlloch, compañero del grupo 'Colapso' de Facebook, por descubrir a esta excepcional autora o autor y por colgar este y muchos otros artículos suyos en el grupo.

Esta persona 'B' hace un despliegue impresionante de conocimiento multidisciplinar y lo proyecta con gran maestría para analizar la multi-crisis eco-social en curso desde un enfoque holístico. Pese al gran conocimiento técnico que se nota posee, su estilo literario es trepidante y ligero, evitando al máximo entrar en disquisiciones farragosas, consiguiendo de ese modo que nos sumerjamos cómoda y plácidamente en la visión completa de la cruda realidad de nuestros días.

Y pese a la dureza de su análisis, su discurso, una vez consigue liberar a nuestra imaginación de las telarañas del pensamiento mágico, invita a la exploración de todo un mundo nuevo de oportunidades de desarrollo de la madurez humana que se abrirán tras la resaca de nuestro pueril crecimiento fósil.

La aportación que deja en su blog es inabarcable para mí, pero iré dejando por aquí algunas de sus joyas traducidas al castellano, etiquetadas con la referencia 'textos de thehonestsorcerer B' para que se puedan acceder fácilmente.

Como de costumbre, nos servimos del magnífico DeepL Translator para la traducción.

Que lo disfrutéis.

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Guía práctica para la concienciación sobre el colapso

 

Advertencia: lo que sigue no es fácil de digerir y mucho menos de aceptar. Si crees que todo esto es una mierda, o la sola idea de un posible fin de esta forma de vida te asusta, te recomiendo no seguir leyendo y cerrar este post. ¡Olvídate de este tema y vive una vida feliz!

Después de una introducción más larga de lo habitual - contando la historia de mi viaje personal - permítanme mostrarles las razones por las que llegué a creer que nuestra civilización se está acercando a su descenso final. Como verás, es un patrón familiar, uno que ha sido experimentado por muchas civilizaciones antes, y estoy seguro de que será experimentado por muchas después de esta - por razones demasiado comunes. Aunque el "fin de los tiempos" fue pronosticado muchas veces antes, recuerden que el "fin" llegó eventualmente para los romanos, los mayas y todos los demás antes. Lo que es diferente esta vez, es que ahora hemos desarrollado una comprensión científica de por qué esas civilizaciones anteriores colapsaron. A diferencia de las vagas profecías de épocas anteriores, ahora tenemos pruebas sólidas de tendencias que apuntan claramente en la dirección equivocada (si el objetivo fuera mantener esta forma de vida). He recogido algunas de ellas en este artículo y he añadido mis observaciones vinculándolas a una imagen más o menos coherente.

Iré añadiendo enlaces útiles, investigaciones científicas, recomendaciones de libros, etc. sobre estos temas y mantendré este post en la parte superior de mi página, para que pueda servirte de guía útil en la comprensión de lo que realmente está ocurriendo entre los bastidores de este gran enredo. Mientras tanto, mientras esperas a que aparezcan todos los enlaces, siéntete libre de investigar cualquiera de estos temas. (Sólo tienes que destacar una frase y pulsar "definir" o "buscar", según la plataforma que utilices).

Al hacerlo, es posible que te sientas atraído por la idea de que muchos de estos temas pueden ser "abordados" (oh Dios, cómo odio esta palabra... lo siento). Sin embargo, ten en cuenta que varias de estas cosas han acabado por si solas con civilizaciones antes... y ahora tienen compañía. Una bastante grande, por cierto. Si todavía crees que esta civilización puede sobrevivir a la tormenta que se avecina después de leer (y procesar) la lista de abajo, entonces puede que quieras leer la lista de nuevo...

Pero esta vez sin las gafas rosas.

Lo importante es que estos temas son el resultado neto de muchas tendencias positivas y negativas. Ninguno de ellos es una noticia sobre un solo acontecimiento, que podríamos tachar de pesimista y luego pasar a leer alguna buena noticia. La pérdida de biodiversidad es un buen ejemplo: Casi todas las semanas leo advertencias funestas y, aunque se han dado pasos de gigante en la protección de algunos hábitats frágiles o especies en peligro de extinción, el panorama general sigue siendo una fuerte tendencia a la baja, sin signos de cambio.

El problema es que no estamos abordando la raíz de estos problemas. Nos limitamos a toquetear los bordes, logrando victorias rápidas aquí y allá, mientras que el negocio como siempre (también conocido como sobregiro) sigue rugiendo a toda velocidad...

Algunos temas son recurrentes y afectan a la mayoría de las civilizaciones anteriores, otros son exclusivos de la nuestra. Algunos abarcan toda la historia de nuestra especie. Así que, mientras lees la lista, no dejes de observar la interconexión entre ellos, y fíjate en que no desaparecerán ni siquiera cuando nuestra civilización actual deje de agravarlos.

1. El agotamiento de los recursos: intentar un crecimiento infinito en un planeta finito no es una estrategia ganadora. Sin embargo, todas las civilizaciones lo intentan, utilizando recursos finitos (ya sean renovables o no) a un ritmo cada vez mayor y más insostenible. Un bosque tiene una superficie determinada, y un número determinado de árboles que se pueden cosechar. La tierra vegetal de un país tiene un determinado grosor y una determinada cantidad de nutrientes para las plantas. Las minas tienen una determinada cantidad de metales que se pueden "producir". Con el tiempo, toda civilización agota todos los recursos baratos y fáciles de extraer que tiene a su disposición, y luego perece. Algunos recursos naturales se reponen a lo largo del tiempo permitiendo múltiples oleadas sucesivas de civilizaciones, mientras que otros se destruyen o agotan permanentemente. Esta es una de las principales razones de la limitada vida útil de toda civilización y explica por qué todas las que utilizan recursos no renovables están destinadas a desaparecer. (1)(2)(3)

2. Sobregiro (extralimitación, sobrepasamiento, rebasamiento): el avance de la tecnología nunca ha salvado a ninguna civilización de su desaparición, y seguramente tampoco salvará a ésta. La tecnología sigue ampliando los límites, pero sólo hasta cierto punto (véase más adelante). El tamaño y el consumo de la población son (y siempre fueron) ajenos a esta tendencia y siguieron aumentando mucho más allá de los límites establecidos por los recursos (tanto naturales como minerales) de los que disponen. Esto es el rebasamiento. Una vez alcanzado, no hay retorno seguro: las civilizaciones tienen que seguir haciendo lo que están haciendo para evitar el colapso, pero al hacerlo sólo están acelerando su desaparición. (4)

3. Rendimientos decrecientes: Cada avance tecnológico en la adquisición de recursos requiere inversiones cada vez mayores en energía, complejidad y uso de materiales, al tiempo que proporciona rendimientos cada vez menores (véase: recuperación mejorada de petróleo). Al final, todas las tecnologías acaban chocando con una limitación económica mucho antes de acercarse a los límites de los recursos físicos. Así, la complejidad creciente acaba por alcanzar un punto (más allá de los rendimientos decrecientes (1)) en el que los nuevos avances tienen un coste mayor que los beneficios (los dos suelen realizarse en otro lugar). Esto no sólo causa más perjuicios que beneficios, sino que empieza a inflar una burbuja de deuda inservible... Y no sólo en términos financieros.

4. Pico de tecnología: Debido a los rendimientos decrecientes en la adquisición de nuevas tecnologías, el avance de la ciencia y la tecnología en un campo determinado se ralentiza hasta un punto en el que el progreso apenas es perceptible. El siguiente paso requiere mucha más energía, recursos materiales y tiempo de lo que sencillamente no dispone la civilización dada... (Que, mientras tanto, suele encontrarse librando batallas en todos los frentes.) Puede que no sea obvio hoy, pero la minería en el espacio o la fusión de hidrógeno seguirán siendo un pastel en el cielo por la misma razón: estas tecnologías requerirían más energía, recursos y tiempo para escalarse de lo que podemos disponer. ¿Por qué? Siga leyendo...

5. Fragilidad:
en su frenesí por combatir los crecientes costes de la complejidad las civilizaciones (y ésta especialmente) eliminan todos los amortiguadores: reservas de seguridad, exceso de capacidades que no producen beneficios, etc. Esto, combinado con el agotamiento, se traduce inevitablemente en interrupciones de la cadena de suministro, retrasos en el transporte y escasez, lo que hace que la vuelta a la "normalidad" sea cada vez más difícil de conseguir.

6. El cambio climático hace que la agricultura y la vida en la Tierra sean cada vez más difíciles de mantener. Tiene un profundo efecto sobre la biodiversidad y el rendimiento de los cultivos (aquí y aquí), además de causar daños y pérdidas de infraestructuras debido a la intensificación de las tormentas, los huracanes, la subida del nivel del mar, los incendios forestales, etc. El cambio climático, por sí solo, ya ha acabado con civilizaciones en el pasado, y al ritmo actual también tiene bastantes posibilidades de acabar con nuestra sociedad actual. En el peor de los casos: puede acabar con nosotros.

7. Contaminación:
de todo tipo, desde plásticos hasta sustancias químicas eternas y residuos radiactivos. Las toxinas liberadas en el medio ambiente han provocado la disminución del número de espermatozoides (5) (no sólo en los seres humanos, sino también en otras especies de mamíferos), el aumento de las tasas de cáncer, los defectos de nacimiento, etc. La contaminación es un efecto secundario del sobregiro: pone un freno natural al crecimiento de la población y garantiza un descenso en el futuro.

8. Pico de fertilidad/productividad del suelo: es muy probable que hayamos superado el primero, lo que se traduce en un descenso del contenido de micronutrientes en los alimentos, y sin los fertilizantes artificiales (fabricados a partir de recursos minerales no renovables), ya habríamos experimentado también un descenso permanente de la producción agrícola. Sin embargo, el agotamiento de los recursos pondrá fin a estas vacaciones de la realidad... Pronto alcanzaremos el pico del fósforo y poco a poco también nos quedaremos sin gas natural barato (ambos son ingredientes clave de los fertilizantes) en las próximas décadas. Es de esperar que los precios de los alimentos suban y se mantengan elevados, lo que dejará a los pobres fuera del mercado y provocará una hambruna masiva.

9. Colapso ecológico, extinción masiva: como consecuencia de los procesos anteriores, las especies están desapareciendo cien veces más rápido que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad, o de los últimos 65 millones de años. Las pesquerías están colapsando una tras otra. Las abejas y los insectos están desapareciendo junto con las criaturas que viven en los bosques. Los arrecifes de coral se están blanqueando. Los océanos se están volviendo anóxicos y ácidos, desarrollando zonas muertas. Si ésta no es la época de la Gran Mortandad, entonces nada lo es. Si crees que alguna civilización puede sobrevivir en un planeta muerto con recursos naturales que se agotan rápidamente... piénsalo de nuevo. Obviamente, hay un punto en el que la sociedad se rompe, y finalmente da paso a que la Naturaleza se regenere a sí misma, en sus propios términos.

10. Escasez de agua: las empresas (de minería, bebidas y otras) entran cada vez más en conflicto con la población local y la agricultura por el suministro de agua dulce. No sólo por la creciente frecuencia de las sequías (debido al cambio climático), sino también porque todas ellas están utilizando los acuíferos subterráneos a un ritmo insostenible. Otro signo de sobregiro.

11. Migración masiva: el aumento del nivel del mar, las sequías, las olas de calor, los huracanes, etc., harán que cada vez haya más tierras inhabitables (sí, ya hay regiones antaño habitadas que están bajo el agua o que se han vuelto inhabitables por otros motivos). Esto obligará a millones (si no miles de millones) a abandonar sus hogares y buscar refugio en otro país... Si añadimos las guerras por los recursos/el agua, la inestabilidad política, las dificultades económicas debidas al agotamiento de los recursos, podemos apostar que el siglo XXI será testigo de la mayor migración de la historia de la humanidad. La afluencia repentina de personas ya provocaba la caída de las civilizaciones en el pasado, por lo que esta migración sin precedentes seguramente provocará el fracaso de muchos estados en el futuro.

12. Desigualdad y élites codiciosas:
de nuevo, sólo esto ha causado la caída de muchas civilizaciones antes. A medida que toda la riqueza es desviada de las clases bajas, éstas pierden primero su incentivo para trabajar (es exactamente donde estamos hoy en día en los EE.UU., es decir, la gran dimisión), luego se mueren de hambre... o deciden derrocar a la clase de la élite existente (a menudo con la ayuda de grupos de poder que compiten entre sí - véase más adelante).

13. Sobreproducción de élites:
a medida que la riqueza se concentra cada vez más en la cima, mientras que la clase media desciende lentamente en la escala social, cada vez más personas quieren formar parte de la élite, lo que aumenta la competencia, las luchas políticas internas y crea facciones atrincheradas dispuestas a entrar en guerra entre sí.

14. No podemos ponernos de acuerdo en nada:
basta con ir a ver "No mires arriba", o entrar en las redes sociales y tratar de mantener la postura de que es posible un cambio radical. Vemos a la gente lanzarse al cuello de los demás incluso en cuestiones tan sencillas y de bajo riesgo como vacunarse. Imagínense cómo reaccionaría la gente si se les dijera que redujeran su consumo a niveles tercermundistas para salvar el planeta. Los seres humanos han desarrollado un nivel asombroso de diversidad de pensamiento, culturas y tipos de personalidad. Puede que genéticamente seamos iguales en un 99,9%, pero en cuanto a la programación cultural somos la especie más diversa del planeta. Por lo tanto, las posibilidades de que la humanidad se una frente a los problemas que se avecinan se acercan a cero cada día que pasa.

15. Disminución de la cohesión social: como resultado de los puntos anteriores, los miembros de las sociedades pierden la fe en un objetivo común y en un poder de unión. Las sociedades dentro de los países continuarán fracturándose en facciones cada vez más pequeñas, volviéndose gradualmente incapaces de cooperar en cualquier asunto.

16. La ceguera ante nuestro dilema, combinada con una tendencia masiva a la negación. Si crees que no tenemos que renunciar a este estilo de vida lujoso para salvar el planeta para las generaciones futuras, entonces estás en una profunda negación. Basta con echar un vistazo a los 8 primeros elementos de esta lista: ninguno de ellos podría mitigarse sin renunciar a este nivel de consumo, una acción casi igual a experimentar el colapso de la sociedad, que de otro modo sería inevitable. No es de extrañar que la gente opte por la negación y aplique en su lugar el pensamiento mágico.

17. El capitalismo se auto-acaba: convertir los recursos finitos en riqueza empezando por los más baratos y fáciles de extraer para luego pasar a alternativas cada vez más complejas y costosas es un proceso auto-acabado. La extracción de riqueza tiene un límite natural y económico. Una vez alcanzado, el sistema empieza a vivir de su futuro y deja de invertir en la expansión, recortando en el mantenimiento de los niveles de producción actuales. La razón: se necesitarían cantidades cada vez mayores de deuda para financiar enfoques cada vez más costosos para la creación de riqueza, mientras que los rendimientos no están en absoluto garantizados debido a la fluctuación salvaje de los precios. De ahí la huida hacia el casino: donde la gente está apostando con bonos, acciones y cripto. Los gobiernos intentan posponer el fracaso manteniendo los tipos de interés artificialmente bajos e imprimiendo dinero, pero este enfoque también tiene una vida útil limitada. Sin embargo, ahora es inevitable reajustar nuestras expectativas financieras a una realidad que se deteriora rápidamente.

18. Las civilizaciones son máquinas de crecimiento: necesitan expandirse hacia nuevos territorios, ocupando otras tierras por sus recursos baratos (el método de toma de posesión (4)). Sin embargo, una vez que el crecimiento se detiene, los costes de mantenimiento superan rápidamente los ingresos decrecientes y el sistema se derrumba. En una economía globalizada en un planeta finito, llegar a este punto era sólo cuestión de tiempo. No existe un equilibrio estable para las civilizaciones complejas basadas en el crecimiento: sólo las culturas biorregionales y verdaderamente sostenibles tienen una oportunidad a largo plazo.

19. Infraestructuras que fallan exponencialmente: el auge exponencial de la construcción de infraestructuras (carreteras, puentes, presas, líneas de transmisión, oleoductos, etc.) en el siglo XX ha provocado una necesidad exponencial de mantenimiento y sustitución en el siglo XXI a medida que los equipos envejecen. La expansión a esta escala fue un esquema de Ponzi: con tasas de crecimiento cada vez mayores necesarias para sostener los pasivos a largo plazo. En combinación con las catástrofes provocadas por el cambio climático, nos enfrentamos a un aumento hiperexponencial de los costes de reparación de las infraestructuras en las próximas décadas, lo que inmovilizará cantidades cada vez mayores de nuestros menguantes recursos.

20. La desaparición de la energía neta (o el doble golpe de la Tasa de Retorno Energético (EROEI)): de la naturaleza del agotamiento de los recursos se deduce que cada vez se necesita más energía para extraer la misma cantidad de recursos (ya sea petróleo o metales para las renovables). Combinado con una necesidad cada vez mayor de reparar elementos de infraestructura (la mayoría de ellos esenciales para suministrar energía, como oleoductos, carreteras y líneas de transmisión) nos enfrentaremos a decisiones muy difíciles dentro de unas décadas: ¿debemos permitir que una fábrica siga funcionando, o que se construyan nuevas viviendas? ¿O debemos gastar los recursos en reparar el puente y las carreteras arrasadas por el último río atmosférico?

21. La humanidad se comporta como un sistema adaptativo complejo sin sentido, e incapaz de renunciar a un ápice de su uso energético. De hecho, sólo somos simples células de un gigantesco superorganismo, que responde a las amenazas y oportunidades que nos rodean, motivado por los golpes de dopamina y automatizado por décadas de condicionamiento cultural. Todo el mundo quiere ser rico y tener éxito en la vida; salvar el planeta sólo viene después. Si el 1% renunciara a su consumo, el 99% restante se subiría alegremente al carro y utilizaría los recursos recién liberados.

22. El comportamiento insostenible está por encima de la sostenibilidad. Los seres humanos, como lo haría cualquier otra criatura, actúan de forma insostenible en un mundo abundante. Una vez abandonados a su suerte (es decir, sin los debidos controles y equilibrios de los depredadores) los humanos siguen la antigua programación genética y se multiplican hasta el olvido sin pensar en si esto es sostenible o no. La evolución no se salta los pasos ni planifica por adelantado: selecciona los rasgos más exitosos a corto plazo. Así que, ¿adivina qué pasa si tienes 10 culturas sostenibles (más o menos) en un continente y, de repente, aparece una insostenible entre ellas? ¿Cuál sobrevive...? Pues ninguna. La última, en su frenesí por los recursos, mata o supera a todas las demás culturas y luego se extingue. No importa si esta cultura resulta ser una bacteria, una nueva cepa de un virus o colonos blancos con enormes barbas.

23. Gobernanza inadecuada: pensamiento a corto plazo (centrado sólo en ganar las próximas elecciones), combinado con la codicia y el ansia de poder. Las corporaciones tienen un firme control sobre los responsables de la toma de decisiones. Pero seamos sinceros: ninguna persona tiene el control. No hay ninguna organización secreta que controle la mente de la gente. Es simplemente la vieja naturaleza humana "bendecida" con una ilusión de un yo separado, un falso sentido de voluntad y libre albedrío. Estamos todos juntos en esto, sin que nadie tenga el volante.

24. Bloqueo tecnológico: nuestras tecnologías han coevolucionado entre sí. La evolución de las tecnologías es muy lenta en la vida real, e incluso con la obsolescencia programada se necesitan muchas generaciones de productos para mejorar en un determinado aspecto. Vistas desde arriba, estas tecnologías forman un complejo entramado, un conjunto de tecnologías, que es muy difícil de cambiar: pensemos en los pozos de petróleo, las refinerías, los oleoductos, las gasolineras, las carreteras asfaltadas, los plásticos... Sin embargo, lo más importante es el enorme incentivo financiero para utilizar el sistema existente el mayor tiempo posible. Dado que estos sistemas no se construyeron en un año, sino en décadas y siglos, se necesitaría un plazo similar para sustituirlos por otra cosa. Un plazo que simplemente no tenemos.

25. Falsas soluciones, o ver los árboles en lugar del bosque. Nuestro mayor problema a "resolver" no es el cambio climático. Es el sobregiro: el consumo de la Naturaleza junto con sus recursos finitos, y la contaminación más allá de cualquier límite razonable. Las energías renovables y la electrificación simplemente sustituyen el consumo de un recurso finito y su correspondiente contaminación (los combustibles fósiles y el CO2) por otro conjunto de recursos finitos y su correspondiente contaminación (los metales pesados y la destrucción ecológica causada por la minería, más el CO2 liberado durante el proceso). Lo mismo ocurre con el secuestro de carbono, la geoingeniería, la economía del hidrógeno, los biocombustibles, la fusión, la minería en el espacio, la colonización de otros planetas y todo lo demás, ya que ninguno de ellos aborda el exceso de consumo, sino que prolonga su vida útil.

26. Poner todos los huevos en la misma cesta. Esa cesta es: los combustibles fósiles. Seguimos obteniendo el 86% de nuestra energía de estos recursos sucios, igual que hace cincuenta años. Las razones son complejas, pero la conclusión principal es sencilla: las civilizaciones complejas de alta tecnología requieren combustibles densos, portátiles y baratos. Como el petróleo, el recurso maestro, la clave de todos los demás recursos. Hasta ahora, no hemos conseguido encontrar un sustituto escalable, por lo que lo más probable es que con la larga y lenta desaparición de la producción de petróleo toda nuestra civilización vea su ocaso final. Esta es la ley del mínimo de Leibig en efecto. Si todos los demás problemas desaparecieran de la noche a la mañana, sólo este "problema" (la lenta desaparición de la extracción de petróleo) acabaría con nuestro modo de vida actual en las próximas dos a cinco décadas.

27. No abordar la extralimitación (población/consumo) - viniendo de todo lo anterior: negar la raíz del problema y pretender que podemos seguir jugando bien es una receta segura para el fracaso de la civilización... y un caldo de cultivo ideal para el fascismo y la guerra civil.

+1: ¡¡¡Pero esta vez es diferente!!! No. No lo es. El sobregiro es el sobregiro. Una vez que tu civilización empieza a consumir más de lo que se regenera naturalmente, en su locura de perseguir un crecimiento infinito en un planeta finito, el colapso es sólo cuestión de tiempo. Suele ocurrir poco después de que la base de recursos (pesquerías, bosques, tierra vegetal o, en nuestro caso, petróleo) que sustenta dicha civilización comience su declive permanente debido al consumo excesivo, la contaminación y la pérdida de un hábitat habitable.


*    *    *


Sabiendo lo que sé hoy en día, me he reconciliado con la idea del colapso. También he hecho las paces con el hecho de que el problema principal del rebasamiento no se abordará, y nadie tiene la culpa. La humanidad ha tenido una larga historia que abarca decenas de miles de años y que ha llevado a este punto en una red inmensamente compleja de causas y efectos. Por lo tanto, el ascenso y la caída de esta civilización basada en los combustibles fósiles era y es tan inevitable como el ascenso y la caída de muchas civilizaciones más antiguas.

Se trata de un ciclo perfectamente normal y natural de auge y caída. Ningún líder, ya sea un dictador o un funcionario electo, puede darle la vuelta a esto. Esto es demasiado para cualquier persona: hay demasiadas cosas puestas en marcha a la vez. Estoy seguro de que habrá fascistas y comunistas que suban al poder insistiendo en lo contrario - pero recuerden lo que pasó, cuando estos dos partidos consiguieron lo que querían la última vez...

Sabiendo cuánto hemos consumido de la Tierra en los últimos 150 años, hasta qué punto hemos agotado todos los recursos, desde los bosques hasta la pesca, desde las minas de carbón hasta la arena, durante nuestra rapaz manía de crecimiento, no es difícil imaginar lo que viene después. No es Star Trek, seguro. Ni siquiera una vuelta a la "normalidad".

En teoría, sería muy posible concebir una cultura sostenible -una vez que ésta desaparezca definitivamente- que dure muchos milenios. Utilizando prácticas de permacultura, viviendo en casas con bermas de tierra hechas con materiales locales y verdaderamente renovables, como madera, piedras, arcilla, cáñamo, etc., podríamos construir una civilización que durara muchos milenios, aunque fuera bastante primitiva si se mide con los estándares actuales. Sin embargo, todo lo que se necesita para llevar al traste este experimento es una generación malcriada, o una cultura insostenible, que no apuesta un céntimo por la sostenibilidad - ¡demonios, sólo se vive una vez! - y adiós a la utopía. Ha ocurrido muchas veces en el pasado, y no hay ninguna garantía de que no vuelva a ocurrir.

Así es la vida. Nacer, crecer, madurar y luego morir. El mismo ciclo se repite a todas las escalas: desde las bacterias, hasta las sociedades humanas, los sistemas solares y las galaxias. Este es el mundo en el que vivimos. Temporal. Siempre cambiante.

Nunca igual, pero siempre igual.

Agradece. Has visto la cima de la civilización humana. Lo has logrado. Es hora de hacer las paces con su final y empezar a imaginar lo que vendrá después. Una cita de Antonio Gramsci lo resume perfectamente:

"La crisis consiste precisamente en que lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer; en este interregno emerge una gran variedad de monstruos".

Cuidado con los monstruos.

Hasta la próxima,

B


Referencias

(1) Collapse of Complex Societies by Joseph A. Tainter

(2) Collapse: How Societies Choose to Fail or Succeed by Jared Diamond

(3) Geodestinies: The Inevitable Control of Earth Resources over Nations and Individuals by Walter Lewellyn Youngquist — aquí hay una grabación de audio gratuita de Micheal Dowd

(4) Overshoot: The Ecological Basis of Revolutionary Change by William R. Catton Jr. — aquí hay una grabación de audio gratuita de Micheal Dowd

(5) Count Down: How Our Modern World Is Threatening Sperm Counts, Altering Male and Female Reproductive Development, and Imperiling the Future of the Human Race by Shanna H. Swan



Blogs y recursos adicionales

Post Doom — Michael Dowd


Do the Math — Tom Murphy

Problems, Predicaments, and Technology — Erik Michaels

Dave Pollard

John Michael Greer

Low Tech Magazine

The Consciousness of Sheep

Our Finite World

Peak Energy & Resources, Climate Change, and the Preservation of Knowledge

Surplus Energy Economics — Tim Morgan

Peak Oil Barrel

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