Saturday, April 4, 2020

SOÑANDO CON LA PERMACULTURA

Os presento algunos de los proyectos de aprendiz de permacultor que he iniciado en la casa en la que vivo en medio de la vorágine de asfalto. Mi familia y yo somos unos privilegiados por tener un jardín, sobretodo ahora con el confinamiento por el Covid-19. Y somos una especie de oasis en el Mordor urbano que nos rodea. Mientras la megamáquina urbana acepta su derrota y su irremediable viraje hacia la permacultura, intentamos disfrutar de nuestro oasis ante las miradas desconcertadas de nuestros vecinos encarcelados en sus colmenas de hormigón.

Agua de lluvia para riego



El racor es para conectar con un segundo bidón. Ya están los dos llenos. El agua de lluvia es la mejor para el huerto, ya que la cal del agua mediterránea secuestra oligoelementos de la tierra y dificulta la absorción en las raíces. Además ahorramos agua de la red de suministro.

El terrazo-huerto

Rabanitos:


Jardinera hecha con tablas:


De todo un poco ...


Y con espantapájaros y todo ...


¡Tomatera que resucitó en diciembre! ... no me extraña, con los 25 grados ...


¿Col lombarda mezclada con fresa y brócoli??? .... ¡Amparo!

Más brócoli ... para dar y regalar:



Habas:

Pimientos:


Compost

También tengo otra caja con lombrices a la que le puedo ir dando deshechos de muy poco en poco. Estoy pensando en alguna forma de hacerlo a gran escala y de manera constante. Hasta ahora con este montaje sólo puedo reciclar mis deshechos de verdura y fruta durante unas pocas semanas hasta que cierro el lote, y éste necesita 6 meses hasta que está listo para abonar. Quizás haciendo hoyos en la tierra o cajas de madera en diferentes fases ...




Mi experiencia es que esto no es práctico implantarlo a escala doméstica urbana. La idea más bien sería centralizar los deshechos en composteras grandes cerca de los huertos.

Plantar encinas

Bellotas recogidas de la calle y germinadas en casa. Las encinitas ya están trasplantadas en el monte ... un regalo para mis nietas ...


Reciclando cargador viejo y botella de detergente



Dentro hay un sencillo montaje en madera con diodos led que consume poco más de un vatio. Tampoco es que sea muy práctico, pero la intención es buena.

Reflexión 3 meses después de escribir este post

Aunque el propósito era explorar y en ningún momento establecer bases sólidas, la conclusión es que he tenido que gastar mucho dinero y energía para hacerlo, incrementando así bastante mi huella de carbono. Por lo tanto, antes de ponerse a hacer cosas uno sólo a lo loco, recomiendo empezar formando parte de proyectos ya establecidos y con mínima huella de carbono demostrada, aunque sea como simple observador. Recomiendo este artículo de Félix Moreno en el cual se defiende la tésis "wanna save the planet? just don't do it" y que hizo que me sonrojara al leerlo.