Friday, August 21, 2020

CARTA A FERNANDO VALLADARES

(Imagen de Casdeiro)

El siguiente texto es mi respuesta a una charla del científico y activista español Fernando Valladares, "Cómo evitar el rumbo de colisión", difundida por TEDxValladolid y subida a Youtube el 31 de octubre de 2019.

Fernando, dices que necesitamos un cambio profundo a nivel individual ... pero sin ninguna alusión a nuestro modo de vida consumista y depredador. Parece que te dé miedo decir que es la necesidad de crecimiento económico constante el fondo de todo el problema.

Mira Fernando, ya no vamos a poder seguir de ninguna de las maneras recorriendo las montañas de este maravilloso mundo en zapatillas, porque esos viajecitos requieren grandes desplazamientos en coche o avión. Y no es que nos hayamos dado cuenta de que no es bueno para el planeta y por ende para nuestro sustento vital, sino por la sencilla razón de que ya, por suerte, desde el 2018, disponemos cada vez de menos petróleo que quemar.

Somos una calamidad incapaces de reconocer la dimensión depredadora de nuestro estilo de vida. Y la última esperanza que queda para las generaciones futuras, es que la eterna crisis que tiene ya unos años a la economía estancada, nos obligue a continuar decreciendo a un ritmo no menor del 6% anual hasta lograr las emisiones cero. Además, nos quedará la ingente tarea de recapturar CO2 vía reforestación de todo lo talado en la era industrial, para alcanzar unos niveles de estabilidad climática que impidan que continuemos hacia las condiciones del Plioceno. Aunque este decrecimiento ha empezado una década después del momento crítico en el que, según la comunidad científica, ya no podíamos seguir posponiendolo, aún nos queda la última oportunidad de conseguir que el futuro no llegue a ser espeluznante sino tan sólo durísimo.

Admiro tu labor y la lucidez de tu discurso Fernando, nadie como tú analiza la profundidad de la crisis ecológica, pero es que esa crisis se halla en retroalimentación con otras crisis en curso y no se puede entender sin hacer alusión a ellas: la crisis económica es una crisis de deuda, porque es la deuda lo que nos permite seguir depredando los pocos recursos y ecosistemas que quedan, cuando ya no es rentable; la crisis de disponibilidad decreciente de combustibles fósiles es la más acuciante a corto plazo, y las élites corporativas tratarán de consumir lo poco que vaya quedando para prolongar al máximo la agonía de este modelo obsoleto, provocando que no podamos disponer de los combustibles fósiles necesarios para realizar la tan necesaria transición a renovables, porque sí, para poder implantar las renovables a gran escala necesitaríamos usar mucha de la menguante energía fósil; al final, el resultado será un forzamiento sistémico mayor del clima, de la biosfera, y de nuestro propio sistema civilizatorio, lo que minará las posibilidades de un colapso dirigido en pro de uno caótico y más penetrante.

Pero lo que echo más de menos de tu discurso Fernando, es que no le digas a la gente de a pie, a la gente pobre que somos el grueso de la población, que su única oportunidad de resiliencia ante lo que se nos viene encima, consiste en ir construyendo una economía alternativa que pueda en un momento dado sustituir a la que se está descomponiendo. Esa economía alternativa no nos la va a poner en bandeja ningún gobierno, es cosa nuestra. Y esa nueva economía pasa por la frugalidad, pasa por la creación de monedas sociales y cooperativas de desarrollo comunitario, pasa por el desarrollo de la soberanía alimentaria y la agroecología, por la producción y consumo local autogestionado mediante democracia de base, pasa por el internacionalismo, pasa por reconocer que no somos dioses y que en realidad no nos hace felices tener el gran poder de obtener toneladas de estímulos de placer inmediato a base de pulsar botoncitos, y sobre todo, pasa por reconocer la necesidad de los cuidados hacia la vida, la vida de la gente de la comunidad y la vida de los ecosistemas de los que forma parte, pero que sin esa nueva economía no serán posibles.

Fue el impulso del modelo patriarcal lo que posibilitó la aparición de las sociedades dominadoras y extractivas, y sin esto tampoco habría aumentado la complejidad que dio lugar a nuestro maravilloso legado científico-intelectual. Es la consecución de este legado lo que legitima en cierto modo el daño provocado por nuestro desarrollo y lo efímero de su recorrido. Pero el colapso en curso nos va a obligar a abandonar los principios patriarcales y adoptar los matriarcales: cooperación en lugar de competición, cuidados a la vida en lugar de explotación de la vida, etc. Al final, con suerte, dejaremos atrás el pulso de crecimiento fosilista, que se verá en la suave linea de la evolución humana como una abrupta irregularidad aislada.

Por favor Fernando, si de verdad quieres ser activista y subversivo, deja de transmitir en tu discurso ese mensaje vago de que la solución pasa por identificarnos con la naturaleza y desear el cambio con tanta fuerza que al final consigamos convencer a nuestros gobernantes, y empieza a concretar un poco en las soluciones que propones y a ampliar la visión sistémica de tu discurso. Dile a la gente que nuestros gobiernos ya no nos sirven. Diles que van a tener que aprender a auto gobernarse, que van a tener que madurar en definitiva. Y diles que lean y escuchen a los intelectuales y científicos de renombre que llevan décadas tratando de explicarnos esto que yo he esbozado aquí. Diles que apaguen la tele y visiten sitios web como este

www.15-15-15.org

o como este

geeds.es/otras-publicaciones/#videos-entrevistas

o como este otro

crashoil.blogspot.com

No son agoreros, magufos ni conspiranoicos, son la élite científico-intelectual de este país que grita desesperada la verdad, pero a penas nadie les da proyección, porque su discurso no es mercantilizable ... y así nos va.

Entiendo Fernando, que si incorporaras este contenido en tu discurso ya no te escucharía ni el tato, pero me temo que la omisión de toda la verdad en tu mensaje no es tanto por aumentar su proyección como porque ni siquiera tienes tú mismo esas verdades interiorizadas aún. Y, la verdad, no es fácil interiorizarlo, porque nos han educado desde que nacemos para consumir en espiral estímulos cortoplacistas, y no sabemos hacer otra cosa. Yo mismo necesito constantemente escribir textos como este en un intento de interiorizar la verdad, aunque sin acabar de lograrlo.

Gracias por tu esfuerzo Fernando.


**********************************

 

Actualización a 15 de octubre de 2021

Para ser justos, he de decir que últimamente estoy escuchando intervenciones de Fernando que me están impresionando muy positivamente. Creo que su discurso ha evolucionado mucho desde que escribí esta carta, que ya no le hace justicia, y, probablemente, nunca se la hizo.

Yo tan solo accedí a una pequeña muestra de sus intervenciones de aquel entonces y extraje conclusiones precipitadas. Mi excusa es que mi objetivo no era criticar a Fernando, sino usar su alcanze mediático para transmitir un mensaje importante que trasciende a nuestros egos.

Hoy por hoy, sigo sin estar seguro acerca de cuál es ese mensaje ni de qué actitud tomar ante esta crisis, pero mis ganas de seguir meditando sobre ello siguen intactas.