Thursday, April 29, 2021

TECNOLOGÍA EN ECOALDEA

 

[ecoaldea Aardehuizen en Holanda]


Es bastante común encontrar, dentro del mundillo de los movimientos de transición ecológico-sociales, que cuando construyen sus comunidades "resilientes" se provean de alta tecnología en forma de baterías, paneles solares, generadores eólicos o incluso dispositivos con microelectrónica más sofisticada como computadoras, electrodomésticos, etc.

"El punto de partida para la reflexión de estos movimientos de transición, sin embargo, es el reconocimiento de que estamos al borde de un cambio de sociedad. Nos guste o no, este cambio es inminente, inevitable, y probablemente sea brutal. Esta convicción es la base no negociable de toda la reflexión del movimiento. Más concretamente, esta creencia se basa en dos fenómenos importantes que los líderes y activistas del movimiento piensan científicamente comprobados : el colapso ecológico-climático por un lado, y el cenit de la producción de petróleo por el otro. El cambio climático nos dice que deberíamos cambiar y el pico del petróleo nos dice que deberemos cambiar: son dos caras de una misma moneda." [Ver o no ver, Alberto Montiel].

Ahora parece que está de moda lo "eco", y hasta en los medios de comunicación de masas encontramos a veces la noticia de que se ha formado alguno de estos grupos comunales transicionales. Lo curioso es que en estos medios lo primero que se menciona, como si se tratara de un gran valor añadido asociado a estos movimientos, es que se han instalado fotovoltaica para ser súper ecológicos.

Yo quiero pensar que esta gente en realidad, cuando se instala un panel fotovoltaico en su ecoaldea, son conscientes de que es un lujo efímero a lo que habrá que ir desacostumbrándose más pronto que tarde, pero entienden que no se puede renunciar a todo de la noche a la mañana. En ese caso, estoy conforme con su postura. Yo también optaría por tener luz eléctrica en la ecoaldea mientras pudiera costearlo y el mercado proveyera.

Pero este post va destinado a aquellos posibles ecoaldeanos que creyeran que la tecnología fotovoltaica va a seguir estando a su disposición por generaciones.

De estos temas ya han hablado profusamente en sus respectivos blogs Antonio Turiel, por ejemplo en

https://crashoil.blogspot.com/2019/11/uno-por-uno.html

y Félix Moreno, por ejemplo en

https://www.felixmoreno.com/es/index/16_0_cuntas_personas_hacen_falta_para_enroscar_una_bombilla.html

 
https://www.felixmoreno.com/el-fin-de-la-memoria-1-el-futuro-de-la-informatica-PEAK-COMPUTING/

Yo tan solo pretendo aportar alguna pequeña pincelada más al asunto.

Para empezar, está el tema de la dependencia que tienen las energías renovables de los combustibles fósiles. No es solo que se necesite combustible fósil para mover maquinaria destinada a su instalación y mantenimiento, sobre todo cuando se trata de instalaciones grandes. Es fundamental destacar también la cantidad de materiales que se necesitan y se han de extraer con maquinaria movida por combustibles fósiles en las minas remotas del mundo, que luego hay que transportar con energía fósil a las gigafactorías chinas donde se construyen baterías, paneles y componentes de molinillos, para finalmente ser transportados una vez más con energía fósil al resto del mundo los dispositivos ya construidos. La revolución renovable que se está desplegando desde la lógica de la economía de escala globalizada se va a ir al garete en breve debido a que cada vez faltará más del petróleo tan necesario para su despliegue.

El hecho de que la tecnología en torno a las energías renovables haya experimentado una bajada de precios tan espectacular en los últimos años, se debe a que la producción se ha podido escalar haciendo que oferta y demanda se fueran coordinando para poder acabar ambas creciendo exponencialmente. Por eso, los paneles, y el resto de dispositivos, se fabrican en muy pocas gigafactorías en el mundo, principalmente en Asia, donde la dimensión de la escala de su producción ha podido crecer muchísimo hasta conseguir ser muy competitivos y básicamente quedarse con todo el mercado. Pero esto, claro, pueden hacerlo porque allí, en esos países, no se contabilizan los costes sociales ni medioambientales de su actividad. En el mundo occidental no podemos competir con eso porque "respetamos" nuestros ecosistemas y a nuestros trabajadores, y por eso confiamos en que "ellos" sigan proveyendo.

"Se entiende por economía de escala, el poder que tiene una empresa cuando alcanza un ritmo óptimo de producción para ir produciendo más a menor coste, puesto que a medida que la producción en una empresa crece, sus costes por unidad producida se reducen. Cuanto más se produce, menos cuesta producir cada unidad." [Wikipedia].

Esto significa que para que un panel sea barato y el ecoaldeano pueda comprarlo, éstos se han de fabricar en masa (muy lejos de la ecoaldea) y, por supuesto, venderse en masa. Si el panel llega al ecoaldeano es porque ha de llegar también a cientos de miles de personas de todo el mundo. Si no fuera así, y la producción fuera reducida, ésta se vendería a precios desorbitados y estaría solo destinada a ciertos usos muy específicos.

Por tanto, a medida que el petróleo vaya fluyendo menos cada año, y se vaya encareciendo el transporte, no solo será cada vez más difícil que llegue toda esa producción desde Asia, sino que ni siquiera podrá fabricarse, ya que será inevitable que se rompan las cadenas de suministro de las que dependen también esas gigafactorías donde se ensamblan los paneles.

También, a medida que la inestabilidad geopolítica y social vaya in crescendo (debido a la escasez de todo, y a los golpes cada vez más frecuentes del inestable clima), será más difícil asegurar la continuidad de los flujos de mercancías globales necesarios para mantener el esquema de economías de gran escala concentradas en pocos puntos del planeta proveyendo al resto del mundo.

Si yo formara parte de una ecoaldea no creo que pudiera permitirme mantener mucha tecnología, y aún pudiendo, me gustaría ser capaz de ir desenganchándome progresivamente de mis hábitos tecnológicos de la era fosilista, y aprender a vivir con tecnología de antaño: molinos de viento o agua pero para moler grano, no para dar luz, construir velas con cera de abejas para tener luz por la noche, bioconstrucción, arquitectura bioclimática, muro trombe y esas cosas. Estaría bien poder calentar agua con energía del sol, pero, aunque esto se puede hacer hoy en día con elementos de fontanería muy básicos, no sé qué viabilidad pueda tener eso una vez sumergidos en un colapso profundo.

Esta sociedad no se va a descarbonizar a base de fabricar más y más tecnología. Esta sociedad se empezará a descarbonizar solo cuando ya no se pueda fabricar más tecnología.

Me vienen a la mente dos imágenes antagónicas. Una es la de una sociedad colapsando, con suministros decrecientes, sumergida en conflictos, donde ya no es posible disfrutar del autoconsumo eléctrico con paneles fotovoltaicos. La otra es la de un satélite o artefacto aeroespacial surcando el negro vacío, asistido con energía fotovoltaica. Mientras nuestro mundo se sumerge en su colapso, las mentes más brillantes del planeta invierten hasta su último aliento en la tarea de lanzar al espacio exterior unos artefactos tecnológicos, que representan nuestro máximo apogeo intelectual, pero que contienen en su ADN el peso de toda una civilización extractiva triturando naturaleza a su servicio. Ellos creen que invierten en el progreso infinito de la humanidad, pero lo único que hacen es arrojar al frío vacío, junto con esos cacharros, sus megalomaníacos sueños.


No comments:

Post a Comment