Thursday, February 18, 2021

ACABAR DONDE EMPEZAMOS

 

[Imagen de Wardha Esperanza]

 

No dejaremos de explorar, y el fin de nuestra exploración será encontrar el punto de partida y conocer el lugar por primera vez. [T.S. Eliot]


El ahorro y la eficiencia en la sociedad del peak oil

El asunto de la paradoja de Jevons o del por qué la eficiencia y el ahorro no pueden salvarnos, queda explicado de maravilla en el último libro de Antonio Turiel (Petrocalipsis): el ahorro y la eficiencia en un sistema que se rige por la maximización del beneficio individual no conduce a una disminución neta del consumo energético global sin la presencia de algún mecanismo racionador.

Es de cajón: por mucho que una empresa sea eficiente o ahorre energía, si ésta energía queda libre, y se permite sin trabas que cualquiera pueda usarla para triturar naturaleza y fabricar cualquier estupidez y enriquecerse con ello, pues sin duda así se hará.

El problema es que la intervención racionadora organizada desde el propio sistema es un imposible, puesto que implicaría deshacer los cimientos del propio sistema de mercado, y éste solo funciona siendo, no deshaciéndose. A falta de esa intervención racionadora, a lo que estamos asistiendo, es que se ha tocado techo físico de extracción, de modo que el racionamiento se nos está imponiendo desde instancias geofísicas.

Pero este racionamiento impuesto por el propio planeta no impone a su vez ningún mecanismo de reparto equitativo. Serán los ricos los que seguirán triturando lo poco que vaya quedando para seguir haciendo las estupideces que quieran, mientras que seremos los pobres los que cada vez tengamos menos para hacer lo necesario e imprescindible.

Y así seguirá siendo mientras a los ricos les sigan funcionando sus mecanismos de dominación por los cuales logran hacer que sus esclavos se sientan libres aceptando su yugo (Ver reflexiones filosóficas de Pepe Campana a este respecto en https://www.15-15-15.org/webzine/2021/02/13/puertas-al-campo/).

Mientras la gente siga creyéndose libre, pero sin serlo de verdad, no habrá uso sostenible de la energía. Y al revés, mientras no haya un uso sostenible de la energía el ser humano no será realmente libre. Es decir, la libertad humana pasa por volver a la permacultura. Mientras el individuo no sea realmente libre necesitará de mecanismos de racionamiento externos, ya sea impuestos por algún sistema o élite o por el propio planeta. Dicho de otro modo, para que las personas sean libres han de aprender a racionarse ellas mismas sin intervención externa.


Almacenamiento de información en la sociedad del peak computing

Es lógico pensar que una vez sobrepasado el pico de extracción de combustibles fósiles y de minerales críticos en tecnología, se pueda estar propiciando la llegada de otros picos de producción asociados, como por ejemplo, y de manera transcendente para la sociedad de la información, el asociado a la producción de microprocesadores y sistemas de almacenamiento de datos (ver investigación de Felix Moreno en su blog).

Según Antonio Aretxabala, la continuidad del crecimiento constante en la cantidad de potencia informática requerida a escala global, llevaría a que, en 2040, la tecnología digital requeriría la cantidad total de energía producida en todo el mundo en un año como por ejemplo 2010 (https://antonioaretxabala.blogspot.com/2020/07/una-reflexion-mas-en-torno-al-5g-y-los.html). Afortunadamente, tras haber sobrepasado los picos productivos, este crecimiento va a ser imposible.

Es crítico para el funcionamiento de la sociedad de consumo que se almacene, fragmente, manipule y, en definitiva, se posea la información, pero, ¿nos hace eso más sabios, más libres, más complejos?

En mi opinión, a la información, como a la energía, se le pueden aplicar los dos principios de la Termodinámica.

Según el primero, la información, como la energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Por tanto, la información no se posee (aunque así se pretenda), ni tiene valor por sí misma, es un proceso de intercambio, un flujo entre emisor y receptor.

Esos flujos han ido tomando diversas formas a lo largo de la historia de la humanidad, pero en el fondo solo reinventamos la rueda una y otra vez. La información, y la verdad, no tienen valor en sí mismo. Un ejemplo: es irrelevante que haya infinitos números primos, sin embargo cuando uno recita y comprende la demostración de esa verdad, entonces experimenta el flujo de esa información en su mente, y es cuando ésta adquiere valor.

Tras el peak memory y el peak computing, volveremos a los libros de papel, y luego quizás a la transmisión oral, pero el flujo de información no se detendrá.

El segundo principio de la Termodinámica es el principio de la entropía. Según este principio, cada vez que los sistemas usan energía para realizar trabajo útil, parte de la energía se disipa en una forma menos aprovechable. Pero, al menos durante un periodo de tiempo inmenso, la entropía en el Cosmos en general y en nuestro planeta en particular, no va a significar caos ni muerte, sino riqueza de posibilidades de cara al intercambio de información y en definitiva de cara a la vida. Carlos de Castro, lo explica muy bien por ejemplo en https://www.15-15-15.org/webzine/2015/03/01/cuatro-cosas-basicas-sobre-entropia-que-todo-ecologista-yo-interesado-en-el-pico-del-petroleo-los-limites-del-crecimiento-y-el-colapso-de-la-civilizacion-deberia-conocer/.

Los sistemas complejos cerrados, consiguen desarrollar su complejidad expulsando su entropía al exterior. Y para alcanzar su complejidad, nuestra sociedad ha intentado evitar la entropía a toda costa, separándose de la mayor fuente de información que es la propia naturaleza (Gaia). A medida que aumentábamos nuestra capacidad de almacenamiento de información, disminuía nuestra capacidad de sentir de verdad el fluir de la información.

También lo explicó muy bien Gödel con sus teoremas de incompletitud: o bien podemos tener métodos de razonamiento seguros (computación), pero de esa forma siempre existirán problemas que nunca podremos resolver, o bien podemos tener la capacidad potencial de resolver todos los problemas, pero sin la certeza de saber si los hemos resuelto bien. Nunca podremos tener certeza en los métodos y a la vez la potencialidad de resolver todos los problemas. Esto es como una especie de principio de incertidumbre de Heisenberg (que aplica a la energía) pero aplicado a la información.


Conclusión

La libertad del ser humano es tanto mayor cuanto más experimenta los flujos de información. En nuestro intento de apropiarnos de ciertas verdades y trascender a la Naturaleza, lo que hemos hecho en realidad es separarnos de la mayor fuente de información disponible, Gaia.

Tratar de limitar el flujo de información, ya sea apropiándosela, o estructurándola, ha hecho a la sociedad más compleja, más especializada o compartimentalizada, pero nos ha hecho más simples como individuos, porque nos ha desconectado de una red de relación que aún subyace.

Además, el esclavo no es libre con amo ni el amo puede ser libre con esclavo. Ambos son un lastre el uno para el otro. Esos gradientes de dominación que nos quitan libertad llevan necesariamente a un uso depredador de energía y recursos que a la larga se hace incompatible también con la propia vida.

Ni la riqueza ni la libertad son mayores con más posesiones materiales/energéticas ni poseyendo más información. Cuanto menos materia/energía e información acaparemos, más información podremos intercambiar con uno mismo y con la red de ahí fuera durante más tiempo. Y esa es la libertad o la felicidad a la que aspiro.

No comments:

Post a Comment